Visitación en el Centro Residencial «Presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra» M. Ángeles Puerto

Visitación Arias Hernández cumple hoy 100 años de vida rodeada de familiares y amigos

Su ahijado Santiago le organizó una fiesta sorpresa a la que acudió, el expresidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra

Jueves, 13 de febrero 2020

Visitación Arias Hernández es natural de Usagre. Nació hace 100 años, un día como hoy, un 13 de febrero, pero del año 1920 en una casita en el campo en el término municipal de dicha localidad pacense. Allí fue donde pasó su niñez, era la menor de siete hermanos, y se criaron como tantas otras familias extremeñas, en el campo, «mi padre compró un molino… antes de comprarlo mi padre trabajaba con becerras, juntó unas cuentas y las vendió y con lo que recaudó compró el molino». Recuerda aquella época con mucha nostalgia, «fueron tiempos difíciles», dice, pero a pesar de las dificultades económicas que vivieron, Visitación nunca pasó hambre, «teníamos bandos de gansos, patos… también gallinas, muchísimas gallinas… mi madre venía con un montón de huevos que daban gusto».

Tiene el pasado grabado a fuego en su cabeza, lo mantiene vivo y con todo tipo de detalle, «de lo de antes me acuerdo de todo, de ahora igual no tanto», comenta entre risas.

Cuando estalló la Guerra Civil Española, Visitación tenía solo 16 años, es una época que prefiere no recordar «pasamos mucho… pero eso ocurrió hace muchísimos años y lo de atrás ahí se queda». Su marido estuvo implicado en el conflicto, tanto que estuvo en el paredón de fusilamiento pero consiguió escapar.

A Saturnino Medina Candalija, su marido, que es como se llamaba, lo conoció con 23 años. Fue el único novio que tuvo, su gran amor. Rotula que el noviazgo de antes nada tiene que ver con el de ahora, «antes era por menos y ahora es por más… venía todos los días a verme, pero, mi padre a un lado y mi madre al otro, ni besos ni nada, y si nos lo dábamos era muy rápido y con mucho nerviosismo».

Dos años más tarde, concretamente, el 25 de mayo de 1945, fecha que bien recuerda, Visitación y Saturnino se casan. Ella fue muy preparada y coqueta para la ocasión, aunque lamenta que no tenga fotos para enseñarlas, «no había ni fotógrafo si quiera… pero iba muy bien, muy mona, con una corona, mi ramillete…», en cuanto a la comida, fue un banquete de categoría, «allí no faltaba de nada, teníamos patos, gansos, también dulces, las flores, las perrunillas…», «además, un amigo de mi marido tocó el acordeón, fue un día muy bonito».

Pocos años después se fueron a Marruecos y allí vivieron durante quince años, pronuncia, «no debimos irnos… vinimos con menos de lo que nos llevamos… tuvimos mala suerte, fuimos con la mejor idea pero luego las cosas no salen como uno quiere».

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Al ver que la situación no mejoraba se trasladaron a Mallorca, ella trabajando en hoteles y su marido como albañil, «él siempre ha sido muy laborioso, en todo lo que se ponía, lo hacía, y tanto, podía haber sido jefe-constructor».

Tras pasar casi 20 años en las islas, el matrimonio decidió volver a Extremadura, concretamente, a Hinojosa del Valle. Allí fueron muy felices.

A los 85 años se fue su otra mitad, reconoce que se deprime un poco, «cuando se van tus seres queridos una ya aquí va sobrando». Pero no es cierto, Visitación sigue haciendo mucha falta, para seguir regalando a sus familiares y amigos sabiduría y experiencia que atesora tras 100 años de vida.

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Desde hace cuatro años, Visitación es usuaria del Centro Residencial «Presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra» de Villafranca de los Barros, municipio en el que le hubiese gustado vivir.

Es notorio que Visitación, a sus ya 100 años, se encuentra perfecta en sus facultades mentales, goza de un excelente estado de salud y, además, realiza diariamente gimnasia. Es muy agradable y simpática, aunque, advierte, «también tengo mi carácter».

Por ser tan especial, y porque 100 años no se cumplen todos los días, Visitación ha recibido una sorpresa de su ahijado Santiago, al que quiere tanto, «nunca tuve hijos, pero Santiago para mí es como si lo fuera», y le ha organizado en dicho centro una gran fiesta a la que ha acudido el Director-Gerente del SEPAD, José Vicente Granado, el alcalde de la localidad, José Manuel Rama Moya, el vicepresidente tercero de la Diputación de Badajoz, Ramón Ropero y el expresidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, entre otros. A este último le ha indicado que no pudo estudiar, pero que de haberlo hecho, hubiese sido Ministra de Trabajo, a ellos les ha pedido que se acuerden de los pobres y que se cree trabajo.

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Visitación junto a Rodríguez Ibarra Nazaret Prior
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