Un técnico de AMUS procede a bajar al interior de un pozo en el que se encuentran atrapadas varias cigüeñas. CEDIDA

Última liberación de la temporada de AMUS el jueves 22 de agosto

El verano supone un gran reto para los equipos de profesionales que dan todo lo mejor para atender a centenares de animales salvajes en el Centro de Recuperación

Antonio Ortiz

VILLAFRANCA

Martes, 20 de agosto 2019, 19:58

Finales de Agosto nos anuncia el paso de los periodos más críticos para un centro de recuperación. El verano supone un gran reto para todos los equipos de profesionales que deben dar todo lo mejor para atender a centenares de animales salvajes, muchos de ellos pollos, cachorros... con golpes de calor o con traumatismos por electrocuciones, colisiones, disparos o enganches en alambradas. 2019 es el año de la ciudadanía ya que es ella la que ha protagonizado acciones de verdadero compromiso e incluso riesgo para rescatar animales silvestres heridos o enfermos.

Y en reconocimiento a estas acciones en las que sus protagonistas no salen en ningún periódico ni medio de comunicación se celebra este próximo jueves día 22 una liberación de diferentes ejemplares recuperados en el hospital del AMUS en agradecimiento a este montante social tan necesario, tan imprescindible. Será en la presa de Alange, a las 19:30 horas.

Buitres en mitad de la mediana de autovías, cigüeñas enredadas en cuerdas en nidos, búhos enganchados en alambradas, vencejos y cernícalos caídos al suelo ante golpes de calor, murciélagos encerrados en doblados o en aires acondicionados, milanos atropellados en carreteras, pequeñas aves embadurnadas de pegamento, cachorros de zorros salvados de una muerte cruel... son solo algunos de los escenarios en los que mucha ciudadanía se ha visto involucrada dando en muchas ocasiones verdaderas lecciones de solidaridad y valentía.

Se podrían contar por cientos las personas como por cientos igualmente se computan los animales salvajes recogidos en jornadas que se han rozado los 1800 kilómetros entre dos vehículos activados desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche. Ejemplos, secuencias reales del pulso de una sociedad cada vez más receptiva y concienciada de la importancia de su papel en la conservación de la biodiversidad. Esta temperatura social era inimaginable hace tan solo una década en la que las personas vivían mas de espaldas, frías a estos pequeños universos como puede ser toparse con un animal salvaje desvalido o necesitado.

Fruto de todo el esfuerzo de los últimos años, centrado en inundar de su labor convenciendo y seduciendo, es precisamente la ingente demanda de peticiones diarias en sus oficinas por teléfono y correo. Es imparable y requiere a fecha de hoy de un importante trabajo social que se desarrolla desde AMUS.

Publicidad

El mochuelo que fue rescatado por un niño de la crueldad de un grupo de adolescentes, la cigüeña también salvada por un grupo de amigos y amigas, la proeza de andar kilómetros con el animal agarrado sin toallas hasta llegar al coche, la paciencia de esperar y cortar hasta el tráfico ante un milano atropellado o la vigilancia de unos pollos para que no caigan al vacío, son solo pequeñas grandes historias que enseñan el potente músculo de una sociedad en efervescente transformación.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido

Publicidad