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Antonio Ortiz
Jueves, 26 de julio 2018, 12:52
Mucho han cambiado los escenarios de cómo la sociedad civil concibe la Naturaleza desde hace tan sólo dos décadas. La labor de organizaciones en defensa de la vida salvaje como puede ser la de AMUS, recogen ahora los frutos ante una población sensibilizada, comprometida y que exige que entidades con competencias en la materia asuman todas sus responsabilidades en la gestión de un patrimonio de todos como es la fauna silvestre.
Hace años la percepción que se tenía de los espacios naturales y de muchos animales salvajes era de indiferencia e incluso de repulsa sobre todo en áreas rurales. La historia heredada de un pasado reciente concebía a los depredadores (rapaces, carnívoros...) como elementos a combatir, como agentes contrarios a los intereses cinegéticos, ganaderos o agrícolas. Sin embargo, en las grandes ciudades (más de espaldas a este mundo silvestre) no llegaban a verlo como algo cotidiano y necesario de proteger, simplemente su rutina era otra y la protección del medio ambiente se traducía en la racionalización de la utilización del coche, en el consumo eléctrico o en el reciclado de basuras.
Como decimos, tras años de intenso trabajo en extensas zonas con una población endógena vinculada al primer sector (ganadería y agricultura básicamente) y deficitarias en comunicaciones y por ende poco abiertas al exterior, las acciones de crear afectos y una nueva visión sobre el territorio y su fauna ha sido muy importante. Hoy, resultado de una continuada interacción a través de proyectos y del contacto día a día en muchas de estas comarcas todo esto (la fauna, rincones especiales, la sierra, las dehesas, el río) se perciben ya como un motor de desarrollo generador de riquezas; es lo que se ha dado en llamar el turismo de Naturaleza.
En este termómetro de calidad social, la temperatura ha ido subiendo percibiendo como la población se ha ido contagiando de esta nueva conciencia de cambio y cooperación con la conservación de la Naturaleza.
Desde AMUS podemos apuntar que por ejemplo el 70% de las llamadas que se reciben al año por asuntos relacionados con animales heridos o enfermos o con problemas ambientales proceden directamente de la sociedad civil y que el 80% de los ejemplares que son ingresados en el hospital de AMUS son apadrinados por personas que aportan un dinero que contribuye a su recuperación. Las adhesiones y preocupación activa por lo que hacemos ha subido en estadios poblacionales dispares tanto en sector de los jóvenes como en adultos o incluso tercera edad. Podemos asegurar que esto es un hito en el proceso de concienciación ciudadana y actualmente la atención al público así como el contacto directo con él, es una de las estrategias a mantener y fortalecer en nuestra organización debido a sus determinantes repercusiones en un objetivo global de cambio.
En este hacer y por refrendar lazos, este próximo sábado desde un lugar muy privilegiado del sur de Extremadura, AMUS liberará varias rapaces recuperadas (Buitres, Milanos, Águilas calzadas) en un acto abierto a todas las personas que estén interesadas en participar.
El lugar elegido es el castillo de Reina, donde se efectuará la suelta da varias rapaces a partir de de las 19:30 horas.
El objetivo marcado es hacer partícipe a toda la población en actos tan especiales como son la liberación de ejemplares recuperados en el hospital de AMUS.
Las estadísticas en los avisos ante el hallazgo de animales silvestres heridos, así como la implicación social, desvela una notable y muy esperanzadora sensibilización social.
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