El MUVI inaugura nueva exposición temporal en torno al mundo del mosaico

Este pasado martes, 11 de octubre se inauguraba en el Museo Histórico–Etnográfico y del Vehículo Clásico de Villafranca de los Barros presentó una exposición en torno al mundo del mosaico.

La muestra agrupa más de una veintena de mosaicos, diseñados y confeccionados por los alumnos de 1º y 2º del ciclo Superior de Mosaicos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Mérida.

«Motivos geométricos inspirados en originales romanos en piedra se combinan con animales realistas de teselas vítreas milimétricas. Obras que recuerdan al opus sectile romano se transforman en elementos naturales y alegorías humanas de amplio colorido. El andamento o forma en el que el artista dispone las teselas a la hora de diseñar un mosaico, varía en cada una de las obras, pues los motivos abstractos tienen un lenguaje propio frente a sus referentes romanos», relataba Santiago Sánchez Junco, Coordinador de la exposición.

Como soporte se han empleado mortero de cemento, tableros de MDF, poliestileno extruido y tela, como se aprecia en el mosaico en volumen confeccionado sobre una camiseta de algodón.

«La exposición ofrece la oportunidad de conocer de primera mano esta técnica milenaria y su evolución a nuestros días, pues se completa con panelería que desgrana los diferentes procesos a la hora de realizar diversos tipos de mosaicos y curiosidades sobre cómo eran los talleres en la antigüedad», indicaba Sánchez Junco.

El ciclo superior de Mosaicos en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Mérida viene desempeñando su labor formativa desde hace más de 25 años, siendo junto con el de Sevilla, los únicos centros nacionales que imparten esta titulación superior.

Además, para completar esta exposición el MUVI cuenta con una pieza del mes, restos de un mosaico de época romana del término municipal de Villafranca.

Las piezas fragmentadas de mosaico que expone, de pequeñas teselas de piedra, de composición policroma «para dar seguramente el mayor grado de realismo posible», es la donación de un vecino de nuestra ciudad, fruto del hallazgo fortuito en el término municipal de Villafranca de los Barros, después del paso de maquinaria agrícola con enormes útiles para el volteo de la tierra, donde se ubicaba alguna villa de aquellas que adornaban el paisaje villafranqués durante el Imperio Romano, según explica en nota de prensa el Museo.