En un momento del pregón de la Coronada-Vendimia 2023. M. Ángeles Puerto
Del 1 al 10 de septiembre

Juan Antonio Espinosa Bote pregona a través de las letras de sus canciones las Fiestas de la Vendimia de Villafranca

Durante la ceremonia inaugural se proclamaron Lola Bizarro, Nuria Sánchez y Adela Trabado como Manijeras de Honor

Lunes, 4 de septiembre 2023, 16:53

El pregón a cargo de Juan Antonio Espinosa Bote sirvió de pistoletazo de salida a la XXVII Fiesta de la Vendimia y tradicional «Velá» de la Virgen Coronada, Patrona de Villafranca y los Viñedos, declarada de Interés Turístico Regional. La ceremonia inaugural incluyó asimismo la proclamación de las Manijeras de Honor 2023, un discurso de bienvenida (y cargada de dardos) del presidente de la asociación de Vecinos «Virgen Coronada», Manuel Pinilla Giraldo, y unas palabras de salutación del nuevo alcalde de Villafranca, Francisco Jiménez Araya.

Durante la ceremonia inaugural se proclamaron Lola Bizarro (natural de Ribera del Fresno en representación de la asociación), Nuria Sánchez (de la directiva del Capex) y Adela Trabado (concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Villafranca) como Manijeras de Honor de estas fiestas, bajo la presentación de Francisco García, trabajador de los Medios Municipales de Villafranca.

Abrió el turno de intervenciones el presidente de la asociación de Vecinos «Virgen Coronada», Manuel Pinilla, quien con su discurso de bienvenida lanzaba algún que otro dardo en relación al último año «doloroso» que ha vivido, «aunque ellos lo hubiesen querido no terminó en crucifixión, aquí estoy, renacido y presto para dar la batalla con motivo de este 40 aniversario de nuestra asociación», añadió, «mi compromiso desde hace 27 años es con los vecinos del barrio en el que nací y en el que vivo desde hace más de siete décadas», «recomponiendo el tipo comparezco para dar el pistoletazo de salida de estas fiestas, posiblemente sea esta la última vez que lo haga», avisaba Pinilla.

Pregón

Juan Antonio Espinosa Bote nació en Villafranca de los Barros el 3 de noviembre de 1940.

Hizo el Bachillerato en el colegio San José. Cursó Estudios Clásicos en Aranjuez, de Filosofía en Alcalá de Henares, y de Armonía en el Real Conservatorio de Madrid.

En 1966 marchó a Perú, componiendo sus primeras canciones en Lima y Huancayo, en el corazón de los Andes Peruanos.

Al volver a Madrid en 1968, la Casa Discográfica PAX publicó su primer LP, «El Señor es mi fuerza», difundiéndose sus canciones por toda España, Italia, Estados Unidos y América Latina.

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Durante sus estudios de Teología en la Universidad de Comillas continuó creando nuevas canciones, siguiendo la línea abierta por el Concilio Vaticano II.

En 1972 volvió a Perú, esta vez a trabajar con campesinos del Norte Peruano. Sus nuevas canciones, bajo el título «La tierra grita», empezaron a reflejar la realidad de los pueblos de América Latina, sus luchas y esperanzas.

Regresó a España en 1975 y de su encuentro con el poeta extremeño Manuel Pacheco nació un nuevo LP, «Cantares de ojos abiertos», que obtuvo aquel año el Premio de la Prensa de Extremadura.

Espinosa, este era su nombre como cantautor, comenzó a recorrer pueblos y ciudades dando recitales con sus nuevas canciones, «Cantares de Libertad», como él las llamaba.

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En la segunda mitad de los años 80 se acentuó su vinculación con las Comunidades Cristianas de Base de Madrid con nuevas canciones para que todo el Pueblo, toda la Comunidad, pudiese celebrar cantando su fe y su compromiso. Fueron varios los CDs, «Eres uno de los nuestros», «Testigos de Jesús» y «Canciones de un Pueblo Caminante». En 2018, dentro de los Premios Spera, le fue entregado el «Premio de Honor por toda una larga trayectoria», otorgado por los Grupos de Compositores Cristianos.

Por último, en 2019 obtuvo una «Mención Especial» de la Sociedad General de Autores (SGAE) por su creatividad de más de 50 años como compositor de canciones.

Este fue el recorrido que hizo Juan Antonio Espinosa Bote a través de las letras de sus canciones, pues han acompañado sus pasos durante toda su vida.

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Presumía en su discurso de poseer la misma sensibilidad musical que su abuelo, al que no conoció en vida, «fue una lástima que ninguno de sus nietos lo hubiésemos conocido pero sus hijas, Aquelina y Dolores se encargaron de transmitirnos su vivo recuerdo, su manera de ser y de actuar, la creación y dirección de la Banda Municipal y del Gran Orfeón Santa Cecilia».

Asimismo, se enorgullecía del pueblo de Villafranca, «un pueblo entero que canta unido, un pueblo que canta en las calles», se acordaba aquí de la fiesta de Coronación en el año 1951 donde niños y mayores entonaban al mismo tiempo las músicas para festejar este acto.

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Orgulloso, sobre todo, de que sus canciones «han sido y siguen siendo acogidas y cantadas por el pueblo en muchas partes del mundo, ese es mi mayor premio», concluía Juan Antonio Espinosa Bote, quien animaba a la población a salir y disfrutar de estas fiestas iniciadas ya con su pregón.

La ceremonia terminaba con la voz del cantautor e intérprete villafranqués Cecilio Clemente.

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