

Villafranca vivió la tarde del pasado jueves unos de sus acontecimientos más relevantes. El salón de Plenos del ayuntamiento se vistió de gala para celebrar el acto institucional del 'Día de la Ciudad', en el que se entregó la Medalla de la Ciudad a la Asociación «AMUS» (Acción por el Mundo Salvaje), y el Título de Hijo Predilecto de Villafranca, a título póstumo, a Antonio Ortiz Barrientos.
Un evento más que destacado en la localidad. El salón de Plenos, como cada año, se quedó pequeño para la celebración de dicha gala. La familia de Antonio Ortiz, así como la de AMUS, estuvieron arropadas por titulares de distinciones precedentes, asociaciones vecinales y comunidad educativa. Además, el acto contó con la presencia de la Coral Santa Cecilia de Villafranca, que deleitó con sus voces al público asistente, y homenajeó con varias piezas musicales, a AMUS y a Antonio Ortiz.
A las 19.30h comenzó el acto con la entrada de las banderas y el himno de España, presidido por el alcalde y los miembros de la corporación municipal.
La primera de las distinciones recayó en «AMUS» (Acción por el Mundo Salvaje), reconocida organización no gubernamental fundada en la ciudad de Villafranca hace 25 años y con un más que reconocido prestigio a nivel autonómico, nacional e internacional. Recibía, de manos del alcalde, José Manuel Rama Moya, la Medalla de la Ciudad.
El encargado de recoger la distinción fue Álvaro Guerrero, uno de sus fundadores. Se mostró emocionado al recoger el reconocimiento, quiso compartirlo con familiares y amigos, «mis manos son la prolongación de un premio que ustedes también recogen». Contó, en su intervención, una intrahistoria, «me gustan las intrahistorias porque son las historias verdaderas, las que nunca se saben, pensamientos de las muchas cosas que suceden en el mundo… era niño, recuerdo que era sábado y venía del campo con mi abuelo, él me miró y me dijo que me sacara lo que tuviese en los bolsillos, eran dos pajarillos, me volvió a llevar al campo y me comunicó que los dejase en el nido, al dejarlos me dio una bofetada, «lo del campo se queda en el campo», una frase lapidaria pero que se me ha grabado a fuego en mi cabeza, la responsable de mi trayectoria personal y profesional».
Recordó, además, los inicios de AMUS, «empezamos cuatro pajarillos al abrigo de una hormigonera, y con cuatro ladrillos creamos nuestro propio imperio… nos hemos regido siempre por la valentía, la honestidad y la generosidad, tres ingredientes, que son tres llaves maestras y que han sido los pilares fundamentales de AMUS», continuó, «nunca supimos que esa labor iba a trascender tanto, AMUS ha conseguido excelencia, calidad, con proyectos pioneros en el mundo».
Concluyó, «estamos muy orgullosos de hacer lo que hemos hecho, somos los responsables de que miles de animales vivan libres hoy en la naturaleza, no somos lo que hemos conseguido, sino lo que hemos superado».
Tras su intervención, se entregó el Título de Hijo Predilecto de Villafranca, a título póstumo, a Antonio Ortiz Barrientos quien fuera educador en el Colegio «San José» de la ciudad, así como también corresponsal del diario HOY.
El nombramiento como Hijo Predilecto está entre las más altas distinciones que la Corporación municipal de Villafranca de los Barros puede dispensar a una persona física. Con este título se busca reconocer a quienes, entre nosotros, hicieron aportaciones relevantes en los campos de la ciencia, la cultura, la economía, el deporte o la política y, en general, del servicio a la colectividad, así como la expresión simbólica del sentimiento de congratulación de los vecinos y vecinas de la ciudad por contar con personalidades tan destacadas ligadas por vínculos de naturaleza.
Su hija Maite y su viuda María, muy emocionadas, recogieron la distinción de la mano de Manuel Piñero, primer Teniente de alcalde.
La coral Santa Cecilia entonó, como también lo hiciese con AMUS, dos temas musicales, en este caso, en honor a Antonio Ortiz. En ese momento, algunos asistentes no pudieron contener las lágrimas, y sintieron con más profundidad, su ausencia.
El alcalde de Villafranca, José Manuel Rama Moya dio fin al acto, antes dedicó unas palabras a AMUS, «vuestra humildad, sencillez y pasión por la conservación de las especies y de la naturaleza es la razón principal que os hace ser dignos merecedores de la más alta distinción que los ciudadanos de Villafranca queremos mostraros mediante la concesión de esta Medalla de la Ciudad», añadió, «sirva este reconocimiento para impulsar vuestra labor durante muchos años más».
También Rama Moya se refirió a los familiares de Antonio, «supo de forma incansable difundir la información veraz de la crónica cotidiana de nuestra ciudad». Prosiguió, «compaginar su labor de educador en el Colegio San José con su vocacional tarea de comunicador, ha sido la mejor manera de reconocer ese camino, hoy, al volver la vista atrás podemos sentirnos orgullosos del camino recorrido por Antonio, que sin perseguir la gloria, con su humildad y sencillez es merecedor del reconocimiento de Villafranca como Hijo Predilecto permaneciendo así por siempre en la memoria colectiva de nuestra historia».
El acto concluyó con el Himno de Extremadura, cantado por la Coral Santa Cecilia.
Se trata de una organización no gubernamental de ámbito nacional, con carácter independiente y sin adscripción política o ideológica. Fue fundada en Villafranca de los Barros en el año 1995 y declarada de utilidad pública en el año 2017, con el objetivo de asegurar el estado de conservación de las especies y de los hábitats naturales. Sus principales ejes de actuación son la conservación, la investigación y la formación que desarrollan a través de proyectos y campañas interinstitucionales para preservar especies concretas y, además, para concienciar e implicar a la sociedad.
Está integrada por un equipo de profesionales que desarrolla su actividad en el arco de una plataforma de hacer multidisciplinar en beneficio de la conservación de la vida salvaje. Comparten un afán por crear redes confiando en la cooperación entre instituciones diferentes, públicas y privadas, basándose en unos principios de ética en los mecenazgos y en las donaciones. Ellos mismos se marcan como misión responder a las necesidades de las especies salvajes amenazadas intentando garantizar en el tiempo su conservación, siempre en el marco de la independencia, la transparencia, la profesionalidad y la crítica.
En su extensa trayectoria cuentan con proyectos de conservación, nacionales e internacionales, con una participación muy activa de las comunidades humanas involucradas. La presencia de esta organización está, no sólo en Extremadura sino además en otras comunidades autónomas españolas, en otros países europeos, y, en años recientes, colaboran también en países sudamericanos y sudafricanos, así como en Asia central. Una proyección cada vez más internacional de alianzas y acuerdos con proyectos en los que AMUS está activamente involucrada. Algunos ejemplos son: la conservación del leopardo de las nieves; la formación quirúrgica en centros de rescate; la participación en la reintroducción y recuperación de especies amenazadas como buitres negros y leonados en Italia o Bulgaria; o la investigación en la extracción y criopreservación de esperma en felinos en peligro.
De entre todas las acciones cabe destacar, como buque insignia, su Hospital de Fauna Salvaje, un lugar en el que ingresan más de mil animales silvestres heridos todos los años y se consiguen recuperar y liberar a la naturaleza sobre un 63%. Este servicio ofrece una asistencia veterinaria a aves y en menor medida a mamíferos, reptiles y anfibios todos los días del año en un servicio de 24 horas.
Nació en Villafranca de los Barros en 1951 y falleció en nuestra ciudad el pasado 8 de octubre de 2019. Su trabajo como educador en el Colegio de San José sólo fue un estímulo más para alimentar su vocación de comunicador durante más de 33 años. En esta faceta se encuadra la coordinación durante años de varias revistas escolares de entra las que sobresale la centenaria Collegium, también su participación en diferentes publicaciones de ámbito local y su colaboración en Radio Villafranca. De entre todas, su tarea como corresponsal fue la que, sin duda, sirvió para dar a conocer una incansable labor en pro de la crónica local cotidiana, primero en la extinta Radio Cadena Española y después en el Diario Hoy de Extremadura, donde informaba puntualmente de los acontecimientos que han marcado las últimas décadas de nuestra ciudad.
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