

El desgaste físico, y sobre todo emocional, propiciado por la derrota de la SP Villafranca ante el Lepe en la Copa Federación el pasado miércoles, pasó factura en el partido de este domingo ante el Arroyo, 1-2. Los de Ruiz han disfrutado de unos de los momentos más importantes de la historia del club, no solo por lo que se jugaban (clasificarse para la Copa del Rey), sino por el apoyo sin precedente de la afición al equipo.
Después de perder en la prórroga en Lepe, y el batacazo moral que supuso, no es de extrañar el mal rendimiento del equipo en la mañana de este domingo. Aun así, no mereció perder.
El Arroyo se benefició de un primer gol en la primera parte, ante una errática SP Villafranca que perdía numerosos balones en el centro del campo. La falta de frescura y de «chispa» era más que evidente, y de eso se aprovecharon los rivales.
Una vez anotado el primer gol, los de Arroyo se echaron atrás y abusaron de las pérdidas de tiempo en muchos momentos del encuentro.
Finalizando el encuentro, Baaqi, de nuevo el más incisivo de los amarillos, forzó un penalti que anotó Julio Rengel.
En los minutos finales los locales se volcaron a por el segundo gol, pero fue el Arroyo, en el descuento, quien anotó el segundo y decisivo gol en una polémica acción que la afición local reclamó como posible fuera de juego.
Punto y aparte para este equipo que aspira a importantes objetivos esta temporada. (Redacción)
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