El bolillo une en Villafranca a 300 artesanas de veinte localidades diferentes

Este pasado 4 de junio, Villafranca de los Barros tenía una cita con la artesanía. El pabellón de la Juventud, conocido como 'La Rana', acogía, después de dos años, el tradicional encuentro de encajeras de bolillos que llegaba en esta ocasión, a su decimotercera edición. El soniquete de los bolillos se convertía en la banda sonora de dicha concentración.

En total, acudían a la cita cerca de 300 artesanas del bolillo de veinte localidades de dentro y fuera de la región. Fueron más las que se interesaron pero ya no había cabida suficiente.

Además, se nutrió de varios puestos de venta, once en concreto, también venidos de diferentes puntos de España, algo muy demandado por las participantes pues hay escasez de tiendas especializadas en la zona.

Un evento organizado por la asociación de Encajeras de Bolillos de Villafranca, que vive en este inicio de mes de junio el momento más importante del año, ya que es un encuentro que «necesita mucha preparación previa y mucha organización».

Mucho trabajo, muchos nervios, pero también mucha ilusión ya que es una jornada en la que «disfrutan mucho, aprenden y comparten». Los que allí acudían podían contemplar auténticas joyas del arte del bolillo, objetos innovadores, y trabajos costosos y admirables. Manteles, abanicos, bolsos, bisutería, etc. Nada se les resiste.

El acto concluía a las 14.00 con una comida convivencia entre las participantes.