La alianza por una especie: el aguilucho cenizo

La idea base de esta fusión colaborativa, narra, consiste en la ejecución de una técnica denominada hacking, que distingue tres acciones principales: construcción de una instalación especial para poder completar el desarrollo de los pollos salvados, liberación y marcaje gradual de los ejemplares una vez completada su cría en semilibertad y seguimiento en todo su viaje migratorio mediante dispositivos GPS.

La primera campaña se ejecutó en 2021 con la liberación de 29 pollos y recientemente se ha finalizado la segunda campaña (2022) en las inmediaciones de la planta fotovoltaica de Valdecaballeros como método de liberación de los pollos nacidos y criados en el hospital de AMUS. Su seguimiento posterior se efectúa a través de los diferentes dispositivos Gps colocados en las aves y pretende, gracias a la gran información que se genere, validar las técnicas de incubación y crianza con tutores irrecuperables de estos pollos huérfanos en AMUS.

En esta segunda campaña se han liberado un total de 13 ejemplares (seis de ellos con emisores Gps y todos con anillas de Pvc y metálicas) son parte de los pollos afortunados de esta especie salvados de las cosechadoras y de las olas de calor en un verano de 2022 con un registro de temperaturas sin precedentes.

«Cuando se ensambló este proyecto en 2021 nadie predijo las terribles consecuencias de las olas de calor por el calentamiento global en la fauna salvaje que acontecerían en este año. Por ello este proyecto colaborativo de conservación y fomento de las poblaciones de aguilucho cenizo, ha cobrado, si cabe, mayor relevancia», concluye AMUS.