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Las imágenes se disponen a darse los tres abrazos.
La procesión de Los Abrazos ha cerrado esta mañana la Semana Santa villafranquesa

La procesión de Los Abrazos ha cerrado esta mañana la Semana Santa villafranquesa

La procesión de Los Abrazos es una manifestación popular del triunfo de Cristo sobre la muerte

Antonio Ortiz

Domingo, 1 de abril 2018, 19:41

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Con la salida de la Cofradía Cristo Resucitado y Santísima Virgen de los Abrazos se han cerrado hoy Domingo de Resurrección los desfiles procesionales de Semana Santa en Villafranca de los Barros. Con ya es tradicional, la procesión de Los Abrazos (manifestación popular del triunfo de Cristo sobre la muerte), como se conoce a dicho desfile procesional, salió a las 11 horas cada uno de los pasos muy próximos uno del otro: la imagen del Cristo Resucitado desde Conde de Villanueva se dirige por Virgen Milagrosa, Colón, Carrera Chica, Pizarro, Plaza del Corazón de María y Puerta del Perdón; la imagen de la Santísima Virgen lo hace desde Plaza de España, Carvajales, Nuestra Señora de la Cabeza, Santa Joaquina de Vedruna, Plaza de España y Puerta del Perdón, donde confluye con el paso del Cristo.

A continuación fue interpretado el himno de España por la Banda Municipal de Música de Villafranca de los Barros, y a renglón seguido se producían los tradicionales tres abrazos de ambas imágenes entre repique de campanas y los aplausos de la concurrencia. Y después, con permiso de la autoridad y como el tiempo no lo ha impedido, se producía la égida del personal, deseoso como cada año de pasar un buen día de campo.

Aunque la procesión de Los Abrazos data de tiempo inmemorial (viene saliendo desde hace más de un siglo), la Cofradía se creó en 1988, dando un nuevo impulso a una tradición que se estaba perdiendo. Más de 200 cofrades (vestidas de azul turquesa y mantilla española las mujeres, hombres con traje de calle) componen esta Cofradía que ha pasado por tiempos de crisis al verse obligada a hacer un cambio obligado de pasos ante la reivindicación de quienes ejercían la custodia de las imágenes anteriores que exigían que las mismas estuvieran en la iglesia y con ello pasarían a disposición de todos los fieles.

Al final se buscó una solución un tanto estrafalaria: construir un nuevo Cristo que no convenció a propios ni extraños. Después de contactar con un escultor amigo de ellos, estos consiguieron que les tallara la imagen que sale en la actualidad. Algo parecido ocurrió con la imagen de la Virgen que permanece actualmente en la Parroquia del Valle, una imagen nueva que también les regalaron.

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